viernes, 21 de febrero de 2020

Terrorismo Islamista : Terminología y Comunicación (Por Juan Antonio Marín)






Con frecuencia la tendencia emocional occidental hace de nuestra cultura el criterio exclusivo para interpretar los comportamientos de los demás, ejerciendo una influencia negativa en el tratamiento mediático. Frente a tales comportamientos eurocentristas (etnocentrismo), el historiador británico Joseph Needham (1975), señala que todas las culturas deben situarse “en el mismo plano, sin diferencias ni desigualdades”.


Por su parte, el imam suni Alí Reza (2002) suscribe que “los occidentales con excesiva frecuencia tienden a contemplarse como los portadores de la universalidad y superioridad de una civilización que consideran única. Esta visión eurocentrista constituye una amenaza constante, pues desde tal perspectiva son considerados irrelevantes y erróneas las tradiciones culturales y sociales de otros pueblos”, así como que: “el auge de la ciencia y la tecnología modernas [...] ha dado a americanos y europeos una psicología casi inconsciente de dominio”.

No se trata de ser políticamente correctos o de intercambiar un adjetivo calificativo por otro, si queremos entender y hacernos entender, parece necesario y natural reconocer los códigos socioculturales que nos rodean, y en este caso como la de cualquier otra civilización, habrá que estar impuesto en el significado, desarrollo y realidad del islam, así como la detección y prevención de la manipulación política, para alcanzar el conocimiento de la cultura e idiosincrasia musulmana.

Esa comprensión, y el uso adecuado de los conceptos cuando nos referimos al terrorismo, radicalización o extremismo, es un elemento decisivo para entender a los distintos actores políticos que intervienen. La politización mediática y terminológica del momento también forma parte de la distorsión del mensaje: los términos se usan dependiendo del contexto y los objetivos políticos, a lo que habría que añadir rumores y noticias falsas (fake news) que circulan en la red, y la rapidez y ubicuidad de los medios de difusión a través de internet.

El terrorismo constituye un lenguaje violento que requiere de la comunicación para poder subsistir, pero en ocasiones, los medios de comunicación social han magnificado la violencia terrorista con inclinación al sensacionalismo, beneficiándose con ello los violentos. Como muestra, podríamos citar una entrevista de la cadena americana CNN (marzo de 1997) a Osama Bin Laden (1957-2011) en la que se le preguntaba por sus planes futuros respondiendo: “sabrá de ellos a través de los medios, Dios mediante”.

Las sociedades democráticas tienen que pagar una pequeña cuota de su libertad en la lucha contra el terrorismo, de manera que los medios sepan silenciar los mensajes de los terroristas, renuncien a parte de sus ganancias a cambio de no hacer propaganda a los apologistas del terror, y constituirse en herramienta de contra propaganda.

Tanto los profesionales de los medios como la ciudadanía en general, permaneceremos en alerta para no ser manipulados informativamente. La prensa tiene la responsabilidad de no presentar a los terroristas de la manera que pretenden, y en todo caso, mostrarán su salvaje crueldad, no pudiendo mostrar neutralidad, y  aunque no tienen compromiso directo en su erradicación, tienen responsabilidad moral basada en los principios y valores.


         Los medios deben ser más responsables con el terrorismo (Foto: The Conversation, 04/04/2017).


Los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, se puso de primera actualidad el mundo musulmán en general. Desde entonces, cabe reconocer que sobre el terrorismo islamista, la información que llega a la opinión pública a través de los medios de comunicación, está marcada con demasiada frecuencia, por ideas preconcebidas cuando no de posturas ideológicas inadecuadas.

La batalla contra el terrorismo se empieza a perder en las tertulias y en los medios de comunicación, adoptando su terminología, al terrorismo hay que hacerle frente sin banalizaciones, y nunca utilizar conceptos que beneficie los objetivos de esos execrables delincuentes, y la retórica de los islamistas radicales se palia con el conocimiento de los principios que rigen la civilización musulmana, debiéndose utilizar aquellos conceptos que contrarreste el discurso de los movimientos terroristas, y en concreto proponemos:

·         No utilizar terminología que en muchos casos amplifican y/o enaltecen la retórica del terrorismo como: “estado islámico”, “organización”, “reclutamiento”, “combatiente”; y voces extravagantes como “lobo solitario”, “radicalizaciones express”, “atentados low cost” (bajo costo), … ; así la referencia a atentados “low cost” banaliza con un término mercadotécnico una acción terrorista. No hay atentados de “bajo costo” sino realizados con capacidades blandas o de poca sofisticación operativa.

·         Restringir y cuestionar términos que parecen ofender a los “musulmanes clásicos”, como “yihadista”, “fundamentalista”, “integrista”, ….

·         Evitar la utilización como si fueran sinónimos y con una tendencia fácil a ligarlas con el terrorismo, los términos como: musulmán, árabe, islámico, ….

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

BOLIFA, Fadoua (2018). Los adolescentes musulmanes frente a las oportunidades y las amenazas de la red. Revista aDResearch ESIC.

CARABALLO, Juan (2008). Controversias en el tintero. REIM nº 6, septiembre-diciembre de 2008.

DESRUES, Thierry (2009). El islamismo en el mundo árabe. Revista Internacional de Sociología, enero-abril, 28/04/2009.

JALLOUL, Hana (2018). Terminología, ideología y realidad, entre la radicalización, la violencia política y el terrorismo yihadista. SCIO, Revista de Filosofía, n.º 14, julio de 2018, 103-146.

MARÍN, Juan Antonio (2018). Terrorismo islamista conceptos básicos; en “Fenomenología de la delincuencia”, Curso Superior de Dirección y Gestión de Seguridad Integral 2018-2019, UNED, noviembre de 2018.

NEEDHAM, Joseph (1975). Dentro de los cuatro mares. Siglo XXI de España Editores, Madrid, 1975.

ORTI, Juan (2005). El terrorismo y los medios. Monografías del Ceseden 79, mayo de 2005.

TOBOSO, Mario (2017). 2016: escenario negro… ¿en regresión? Análisis GESI  de 10/01/2017. Grupo de Estudios en Seguridad Internacional.

ZAPATA, Julián (Alí Reza) (2002). El islam: Dios, el concepto de yihad y el diálogo entre civilizaciones. Theologica Xaveriana.