jueves, 28 de noviembre de 2019

El escenario de seguridad que se conforma en sudamérica después de la guerra fría y sus consecuencias ( Por Francisco Gozategui )



ANALISTA INVITADO

Francisco Gozategui Milesi

Capitán de Corbeta Infante de Marina (R)
Armada de Chile.

Diplomado Internacional en Geopolitica , Seguridad y Relaciones Internacionales del Security College US
 
La Guerra Fría podría ser definida como un largo periodo de tensión militar, económica, política y social entre Oriente y Occidente representados por, en ese tiempo, los dos países más  poderosos  del  mundo:  la  URSS  (oriental-comunista)  y  Estados  Unidos  (occidental capitalista) si bien nunca se materializó  un  conflicto  directo  entre estas dos superpotencias tal vez por el temor que representaba un enfrentamiento nuclear ,  (aunque sí  se presentaron conflictos entre los países integrantes de sus bloques), es posible establecer que repercutió en todo el orbe. Sudamérica no estuvo ajena.

I.- INTRODUCCIÓN.
La caída del Muro de Berlín, suceso  que trajo consigo el  comienzo del  fin  de la Guerra Fría, sin duda produjo cambios sustanciales en las condiciones y políticas de seguridad  en esta parte del continente  americano.  Estas nuevas orientaciones pueden ser interpretadas como una señal positiva en la zona, lo que queda de manifiesto por los diferentes Tratados, Alianzas y Consejos que surgieron a partir de 1990.  El incremento de las medidas de confianza mutua entre  los  países  sudamericanos  desembocó  en  una  serie  de  acciones  que  buscaron  no  solo  fortalecer  las  relaciones  económicas  sino  también  transparentar  asuntos  de  defensa,  en  especial el gasto militar.

Es importante conocer cuáles fueron las repercusiones, positivas o negativas, de esta nueva etapa en las relaciones internacionales entre los países del Cono Sur por lo que a través de este trabajo se intentará analizar las principales consecuencias que trajo consigo el fin de la Guerra Fría.

II. DESARROLLO.

Durante la Guerra Fría la posición de los países  sudamericanos estuvo  alineada, en su mayoría,  con el bloque occidental liderado por Estados Unidos.  A pesar de ello,  este país  no prestó  mucha  atención  a  las  condiciones  de  seguridad  del  Cono  Sur  ni  tampoco  intervino,  salvo algunas excepciones especialmente en el Caribe  y Centro América, como  por ejemplo la  crisis  de  misiles  con  Cuba  en  1962.  El  ocaso  de  la  Unión  Soviética,  iniciada  con  la  caída  del  Muro  de  Berlín,  trajo  consigo  la  desaparición  de  este  “enemigo”  en  común.  El  liderazgo  en materias de seguridad  que hasta ese momento había sido  ejercido por Estados Unidos sería asumido ahora por potencias regionales como por ejemplo Brasil.

El fin de la Guerra Fría impulsó a los países sudamericanos a intentar crear una zona pacífica,  libre  de  conflictos  y  con  la  capacidad  de  solucionar  sus  con troversias  de  manera  pacífica.  Es  así  como  antiguas  diferencias  e  históricas  rivalidades  entre  países  de  la  región,  surgidas  principalmente  por  problemas  limítrofes,  temas  pendientes  en  delimi tación  de fronteras  y  soberanía  comienzan  a  ser  solucionadas  a  través  del  arbitraje,  mediación  y negociación.  Vale  decir,  los  conflictos  interestatales,  que  constituyen  una  amenaza  convencional, comenzaron a ser cada vez menos probables gracias a la volunt ad de los países sudamericanos  de  arreglar  sus  controversias  sin  necesidad  de  llegar  a  un  conflicto  armado.

Coincidentemente con ello, en el período post Guerra Fría  se  iniciaron  incipientes esfuerzos para fortalecer las relaciones, estrechar lazos e impulsar en conjunto la economía regional.

El Dr. Marco Aurelio Guedes de Oliveira  indica:  “El fin de la Guerra Fría trajo no solo una nueva esperanza para el proyecto de la Unión Europea sino también para la integración de  Sudamérica.  La  serie  de  acuerdos  entre  Brasil  y  Argentina  pusieron  fin  a  una  disputa regional que obstaculizaba el comienzo de un fuerte proceso de integración regional”

1.

1  Guedes, M. A., (2014), The European Union and Post Cold War Defence Policies in South America.  The Jean Monnet/Robert Schuman Paper

Series, 14(10), 3.

Este nuevo espíritu de integración significó la creación de diferentes Alianzas, Grupos, Tratados  y  Acuerdos  tanto  regionales  como  subregionales  y  el  fortalecimiento  de  los  ya existentes. Dentro de los principales es posible mencionar:

A.-  JID:  La  Junta  Interamericana  de  Defensa,  fundada  en  1942,  constituye  la organización regional de defensa más antigua del mundo. Agrupa a 28 estados miembros y su función  principal  es  asesorar  a  la  Organización  de  Estados  Americanos  acerca  de  temas relacionados con Defensa.

B.-  MERCOSUR: El Mercado Común del Sur, fundado en 1991, agrupa hoy en día a estados miembros, estados asociados y estados observadores. Orienta sus esfuerzos no solo a la integración económica regional sino también a la s ocial y cultural.

C.-  CMDA:  La  Conferencia  de  Ministros  de  Defensa  de  las  Américas,  cuya  primera reunión  fue  en  1995,  orienta  sus  esfuerzos  a  fortalecer  la  confianza  entre  los  países sudamericanos en materias de defensa y seguridad.

D.-  UNASUR: En 2004 fue  creada la Comunidad Suramericana de Naciones, que en 2007 cambió su denominación a Unión de Naciones Suramericanas. Con una participación de 12  países miembros orienta sus esfuerzos a la integración regional y a la consolidación de la identidad sudamericana.

E.-  CDS:  El  Consejo  de  Defensa  Suramericano,  creado  el  año  2008,  orienta  sus esfuerzos a implementar políticas de defensa en la región en materias de operaciones de paz, industria, capacitación militar, entre otros.

F.-  CELAC:  La  Comunidad  de  Estados  Latinoamericanos  y  Caribeños,  fundada  en 2011,  contiene  a  los  treinta  y  tres  países  de  América  Latina  y  el  Caribe,  siendo  su  función  principal  generar  políticas  de  consenso  en  temas  como  el  desarrollo  social,  la  educación,  el  desarme  nuclear,  la  agricultura  familiar,  la  cultura,  las  finanzas,  la  energía  y  el  medio ambiente. 

Lo  mencionado anteriormente deja de manifiesto que, al analizar los años en que se crearon o fundaron estos tratados, consejos y acuerdos, el común denominador es que en su mayoría surgieron en el periodo post Guerra Fría. Sudamérica sintió la necesidad de formar alianzas  que  permitieran  fomentar  el  desarrollo  económico  regional;  desde  el  ámbito  de  la  seguridad y defensa las políticas impulsadas con estas iniciativas han permitido aumenta r las  medidas de confianza mutua, en especial la transparencia en gasto militar y la no proliferación  de energía nuclear como un sistema de armas.

Es así como el único conflicto armado interestatal de que la región fue testigo fue  el del Cenepa entre Perú y Ecuador, catalogado como un conflicto “menor”, y que comenzó en 1995 culminando definitivamente en 1998. Es importante destacar que  el Conflicto  del Cenepa fue tratado  a nivel  sudamericano,  en base a lo establecido en la Conferencia de Río, la que tiene sus  propios  mecanismos  para  resolver  disputas  a  través  de  la  mediación  de  los  países garantes:  Argentina,  Brasil,  Chile  y  Estados  Unidos .  Para  ello  se  desplegó  una  misión  deObservadores Militares que contribuyó  a la  cesación de las hostilidades y a la  separación de las  partes  en  conflicto,  dejando  de  manifiesto  e l  incipiente  interés  de  continuar  siendo  una  zona segura y de paz.

Sin embargo, ¿es Sudamérica efectivamente una zona de paz y libre de amenazas? Si  se analiza el entorno regional es posible establecer que la proliferación de la corrupción, las crisis económicas,  el  actual  descontento  social  y  la  pérdida  de  confianza  de  la  población  en  las  Instituciones  han ido creando las condiciones para que aparezca  dos  nuevos  fenómenos:  los estallidos o crisis sociales  y las  amenazas  transnacionales/no convencionales.  Estas últimas se  manifiestan específicamente  con  actividades ilegales que  traspasan las  fronteras de un  solo  país:  narcotráfico,  inmigrantes  ilegales,  lavado  de  dinero,  secuestros,  terrorismo,  minería  ilegal y criminal,  trata y tráfico de personas,  acciones desestabilizadoras,  entre otros.  El  largo  conflicto  interno  experimentado  en  Colombia  es  la  principal  muestra  de  lo  mencionado,  ya  que  si  bien  algunos  de  los  Grupos  Armados  Ilegales  lo  que  persiguen  (o  perseguían)  son  objetivos  políticos,  los  medios  que  emplean  para  alcanzarlos  involucran  estas  actividades  ilegales.

III.-  CONCLUSIÓN.

A.-  Las  políticas  económicas  y  de  defensa  implementadas  a  contar  de  1990, complementadas  con  las  ya  existentes,  fortalecieron  la  integración regional.  El  Cono  Sur  ha  constituido  un  fuerte  bloque  económico  con  alianzas  y  tratados  que  han  impulsado  la cooperación y asistencia en este tema.

B.-  Desde  el  punto  de  vista  seguridad  y  defensa,  la  política  de  arreglo  pacífico  de controversias  constituyó  una  solución  eficiente  a  diferencias  interestatales.  De  la  misma forma se ha buscado la transparencia en temas de presupuesto  y gasto militar, permitiendo generar las condiciones para considerar a Sudamérica como una zona de paz y seguridad.

C.-  Las amenazas transnacionales han proliferado en la región. El terrorismo, narcotráfico y minería criminal/ilegal  están presentes principalmente en el norte del continente (Colombia, Venezuela)  mientras  que  otros  fenómenos  como  la  migración  ilegal,  el  tráfico  y  trata  de personas  son  comunes  en  prácticamente  todo  el  Cono  Sur.  Estas  amenazas  constituyen importantes  desestabilizadores  y  deben  ser  tratados  en  las  políticas  y  lineamientos  de  las  organizaciones regionales y subregionales.

D.-  Es  muy importante continuar observando  el comportamiento del actual  estallido  socialen países fuertes como Chile y Colombia  y sus consecuencias a nivel regional, como también el  futuro  de  Bolivia  luego  de  la  renuncia  del  antiguo  presidente,  producto  del  fraude eleccionario detectado durante el mes de octubre del presente año.