domingo, 7 de abril de 2019

11M El punto de vista operativo. (Por Esteban L.)


 
 
 

 
Han pasado 15 años desde el atentado realizado el 11 de marzo de 2004, 192 muertos y más de 1400 heridos fue el saldo de un atentado con 12 mochilas cargadas de explosivos, de las cuales dos de ellas no estallaron.

Tras 15 años el atentado sigue politizado, lo que nos indica que la preferencia de los políticos es sacar rédito de cualquier situación y no aprender de ellas, pero mi escrito es centrarme en la operatividad del atentado.

Se han derramado ríos de tinta en relación a este atentado, se ha debatido en los medios informativos con muchos “expertos” sobre el tema, pero en casi ningún caso han citado a verdaderos expertos que se hayan mantenido al margen político y se hayan centrado en el atentado, de esos han ido muy pocos y le han hecho pasar de puntillas.

Quizás mi punto de vista esté más que explotado, pero intentaré exponer la forma de operar de los terroristas y el porqué utilizaron ciertos elementos y el obrar de una manera y no de otra.

Desde aquí deseo agradecer la labor que hicieron en este atentado los grandes olvidados por todos los medios de comunicación, fueron los primeros que acudieron sin tener en cuenta que podían ser víctimas si estallaba otra bomba y no se echaron para atrás, ellos son los vigilantes de seguridad que estaban en las estaciones afectadas y alrededores.

El atentado se desarrolló con 12 mochilas de tipo escolar, fueron colocadas en lugares estratégicos y llevaban un temporizador. Cada mochila portaba 10 kg de explosivos, no estallando dos de ellas.

Este es el resumen escueto de un atentado que tuvo repercusión en todo el mundo.

Leí que los terroristas habían subido en Alcalá de Henares y bajado allí tras colocar las mochilas, eran cuatro trenes que salían con un intervalo de 13 minutos entre el primero y el cuarto.

No creo que esto tenga mucho sentido. En todo atentado la logística forma parte de la operatividad del mismo, un fallo logístico puede retrasar o frustrar parte del atentado, en cambio un fallo operativo puede dar al traste con toda la operación en sí. Fue un atentado bien orquestado siempre visto desde el punto de vista operativo. Aunque presenta fallos en todo su conjunto.

Una de las cosas que me llamó la atención es el uso de mochilas tipo escolar. En la línea de Alcalá de Henares hasta Atocha es normal ver a muchas personas camino de sus respectivos trabajos y a un interminable ir y venir de muchos universitarios y escolares, por lo que una mochila colocada en cualquier parte del tren es de lo más normal, además, una mochila escolar olvidada el único pensamiento que se le pasa al que la ve es que el pobre que la ha olvidado estará como loco llamando de estación en estación para que alguien de seguridad o de Renfe la coja y la deje en taquilla.

Si fuera tal como he leído el intervalo de acción quedaría en que varios individuos entraron con una mochila cada uno, dejaron las mochilas en un tren, salieron del tren, salieron de la estación, volvieron a coger mochilas, volvieron a entrar, y así repetirían la acción hasta completar el ciclo en los cuatro trenes. ¿Nadie notó nada raro?, A esa hora debía estar al menos un vigilante de seguridad controlando los tornos, ¿no le parecería raro ver entrar a los mismos tipos al menos un par de veces con mochilas y salir sin ellas?.

Incluso parecería raro ver salir a cierto número de individuos de la estación a una hora en que no había prevista ninguna llegada de trenes.

Las mochilas eran pesadas, he visto a gente en los trenes con un macuto y una mochila, o maleta y mochila, pero creo recordar que no he visto a nadie cargado con dos o tres mochilas, al menos me llamaría la atención.

También descarto que se entrara cargado con una mochila que contuviese tres mochilas vacías dentro y llevar cuatro cargas de explosivos en uno o en dos macutos, entre otras cosas porque luego hay que montar las mochilas.

Creo que todo fue mucho más fácil. El principal objetivo del grupo era colocar las mochilas y salir sin llamar la atención o al menos intentar pasar lo más desapercibido posible.

Las unidades en las que se atentaron estaban compuestas por dos unidades de tres vagones cada una. Los trenes que estallaron en Atocha y en las inmediaciones a la calle Tellez llevaban las mochilas colocadas en los vagones según el sentido de la marcha, uno, cuatro, cinco y seis. ¿Porqué no en todos sus vagones? Porque toda acción de campo necesita tener un punto neutro, vía de escape y punto de reunión como mínimo. Los teléfonos móviles que servían de detonadores estaban programados para una hora determinada (las 07:44 horas), por las conclusiones que saco, parte del operativo iba a bordo de los trenes, si el tren se retrasaba la explosión los podían coger dentro de la unidad, por lo que necesitaban un sitio medianamente seguro para estar, estos podían ser los vagones 2 y 3 de dos de los trenes.

Las unidades 446 no tienen paso entre vagones, pero una secuencia lógica hubiera sido ir en los vagones donde estaban las mochilas hasta la estación de Torrejón de Ardoz y allí bajarse o pasarse sin las mochilas a los vagones dos y tres, corroborar que todo estaba bien y bajarse en Coslada y/o San Fernándo de Henares. A nivel operativo es lo más lógico en vez de subir y bajar en Alcalá de Henares.

Otra pregunta es ¿porqué estaban las mochilas colocadas dónde estallaron?. Un atentado sin estar elaborado como ha estado este, las mochilas hubieran sido “olvidadas” en cualquier sitio, fruto de que el detonador podía ser por control remoto y/o que el portador sabía cuando estallaría la mochila y tendría pocos minutos para alejarse del sitio si no quería inmolarse allí mismo.

En las unidades 446, de las ocho mochilas que estallaron, todas estaban en el eje delantero. Siete de ellas en el lado derecho y una en el izquierdo.

De las que estaban en la parte derecha, una estaba entre la cabeza del vagón y la puerta uno. Cinco entre las puertas uno y dos y una entre la puerta dos y tres, la de la parte izquierda también estaba entre las puertas dos y tres pero ambas junto a la puerta dos.

En la unidad 450 (unidad de dos pisos) ambas estaban en la parte superior, una en el eje delantero y otra en la parte central en dos vagones distintos.

En las unidades 446 esto no está elegido al azar, normalmente es donde se concentran más gentes, no es una cuestión matemática, pero es una cosa que he observado a lo largo de mis servicios en trenes, la gente siempre tiende a colocarse en un vagón próximos a las puertas más cercanas a la salida de la estación y hay veces que el vagón va muy concentrado de gentes en la parte delantera y no tanto en la parte trasera. Esto también hacía que las mochilas pasasen más desapercibidas, ya que no se verían las mochilas “olvidadas”, por lo que los portadores tendrían mas libertad de movimiento para bajarse.

Pero es curiosos que estuviesen todos en torno a la puerta dos, es decir la puerta que está en medio.

También he leído que todo estaba programado para que los trenes estallasen en las estaciones, pero si no recuerdo mal, los trenes iban con retraso, no voy a entrar a fondo en este punto porque no he tenido acceso a los horarios que regían hacía 15 años en cercanías Renfe, pero la colocación de las mochilas me hace pensar que se podía tener pensada otra cosa, la mochila en el vagón uno, solo afectaría a la unidad delantera, la unidad dos, que va remolcada iba cargada de explosivos, el tren en marcha, hacía que la primera explosión provocara un efecto de parada, ya que la mochila iba sobre el buje de tracción esto provocaría un descarrilamiento completo del tren, las explosiones en la segunda unidad en el mismo intervalo de tiempo provocaría que se contara todo el pasaje como víctimas mortales. Aunque habría que tener en cuenta que el tren llevaba un mecanismo (al igual que todos los trenes en España llevan) que al perderse la presión de los frenos el tren para paulatinamente, pero también hay que tener en cuenta que la caja donde vamos los viajeros va superpuesta sobre los bujes del tren.

Hay un par de trenes que hace indicar que estaba previsto para que estallase en las estaciones, estos son las bombas que estallaron en la estación el Pozo, donde una mochila no estalló dentro del tren, sino que fue detonada en la estación. Se cree que la mochila estaba ubicada en un principio en el vagón número tres. Por lo que los vagones afectados serían tres, cuatro y cinco.

La unidad afectada era una 450, unidad de dos pisos, ¿porqué en estos tres vagones?, porque son donde más gentes se concentran, no sé porqué pero los vagones centrales son los que más personas llevan, hay veces que he subido a un tren donde los vagones centrales iban muchos más llenos que los extremos.

Las bombas estaban colocadas en el piso superior.

En la estación santa Eugenia explotó una mochila en el vagón número cuatro.

Entre el tren que estalló en la estación el Pozo, y el tren que estalló en la estación de santa Eugenia, hay un intervalo de cuatro minutos en su salida de Alcalá de Henares, por lo que pienso que esa mochila que iba destinada para la unidad 450, pudo llegar tarde y la ubicaron en el primer tren que salía con un destino cualquiera, porque se rompe la cadena de cuatro bombas por trenes.

Resumiendo diré que creo, a diferencia de muchos políticos del momento, que el atentado fue yihadista por la forma de llevarlo a cabo.

Que fue un atentado bien estudiado en el que su objetivo era hacer el máximo daño posible, las bombas no fueron colocadas al azar, estaban insertadas en sitios claves en los vagones, sitios que se escondían de la vista de cualquiera y que si se veían se podía adjudicar a quién estuviese al lado o se podía pensar que fue olvidada por cualquier escolar o universitario.

La explosión cerca de las puertas centrales hacía que la onda explosiva afectara a todo el vagón por completo, el haber estado el tren en marcha hubiera afectado a más personas porque todas estaban colocadas sobre el eje delantero.

Las bombas colocadas en la parte superior en la unidad 450 tampoco es por casualidad, en la parte alta podían pasar más desapercibidas porque son más difíciles de ver y al estallar hace más daño que si hubieran estado en el piso de abajo.

A nivel logístico hubo grandes fallos, pero a nivel operativo, si se piensa que fue algo improvisado deja muchas más dudas que pensar que fue algo que llevó un tiempo el estudiar varios pasos que se llevaron a cabo.

Esperemos que nuestros políticos aprendan de una vez por todas y no pase un año más intentando sacar rédito político para su propio ego.