Es evidente que los IED,s constituyen
una de las más graves amenazas a las que se enfrentan los gobiernos de la
comunidad Internacional, estos dispositivos se llevan utilizando por grupos
terroristas y también en ocasiones, por milicias e incluso ejércitos regulares
en tiempos de guerra, desde hace muchos años.
Un IED, artefacto explosivo
improvisado de sus siglas en ingles, está construido de una forma artesanal y
basado en el ingenio de quien lo fabrica, entre sus principales características
está la capacidad de camuflaje u ocultamiento en el entorno en el que va a ser
colocado, por lo que el continente de dicho artefacto puede ser casi cualquier
objeto que se pueda imaginar.
Por otra parte y como norma
general, en cuanto al contenido, el explosivo utilizado en zonas de conflicto y
postconflicto proviene de excedentes
industriales y/o militares, por lo que la disponibilidad es muy alta, el caso
de Occidente no responde a esta premisa debido al control que ejercen las
autoridades, con lo cual los terroristas para conseguir el explosivo, tienen
que sustraerlo, acción con pocas probabilidades de éxito, o bien fabricarlo con
componentes, en su mayoría químicos, relativamente
fáciles de conseguir.
Los componentes de un artefacto
explosivo improvisado son solamente tres, independientemente de la forma que
tengan una vez construidos, Iniciador (que consta generalmente de un iniciador,
una fuente de alimentación y un interruptor), Explosivo y Contenedor.
En la actualidad los IED,s son frecuentemente utilizados en los conflictos asimétricos causando innumerables bajas. De bajo coste, alta letalidad y realizados con productos fáciles de conseguir, son los preferidos por los grupos de etiología Yihadista para perpetrar atentados en occidente.
Según un estudio de las Naciones Unidas sobre la amenaza que representan los artefactos
explosivos improvisados , entre los grupos de riesgo, se encuentran el personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, las fuerzas de seguridad de los Estados Miembros y los civiles, siendo cada vez más frecuentes los ataques a estos actores en zonas de postconflicto.
Como medida paliativa frente a
esta situación, las Naciones Unidas están elaborando programas operativos y
técnicos para hacer frente al peligro que amenaza al personal de mantenimiento
de la paz.
El Departamento de Naciones Unidas encargado del estudio y actuación sobre minas y explosivos coordino , sobre la base de amplias consultas a expertos de diversos países afectados, la elaboración de protocolos para la eliminación de artefactos explosivos improvisados, que entraron en vigor en Junio de 2018, estos protocolos complementarán el Manual de las unidades militares sobre eliminación de artefactos explosivos y el Manual sobre la mitigación de la amenaza de los artefactos explosivos improvisados. El Conjunto de estos estudios será la base formativa para la instrucción de los contingentes en operaciones de paz antes y durante su permanencia en la misión encomendada.
En este sentido Antonio Gutiérres, secretario general de la ONU, en su proyecto “Asegurar Nuestro Futuro Común: Una Agenda para el Desarme”, presentado el 24 de mayo de 2018, llama la atención sobre las amenazas que plantean los artefactos explosivos improvisados y sus consecuencias en muchos ámbitos de actuación de las Naciones Unidas.
Por su parte Europa a través de
la agencia europea de defensa (EDA), promueve la eliminación de IED,s a través
de cursos y ejercicios sobre técnicas de neutralización manual. La EDA creo en
el año 2012 una comunidad de expertos en artefactos explosivos improvisados, la
C-IDE detection expert community, que integra más de 60 expertos altamente especializados formados para los laboratorios desplegables en operaciones.
En el
marco del Laboratorio Conjunto Desplegable de Explotación y Análisis (JDEAL),
la EDA ha adquirido una capacidad de
explotación desplegable, entregada en
febrero de 2016, estando la segunda en
preparación a nivel mundial.
El conocimiento de la definición de los artefactos explosivos improvisados, las características y las consecuencias de los mismos es necesario para comprender su alcance, es por ello que dentro de la formación profesional del personal de seguridad se incluyen módulos formativos sobre detección y actuación ante artefactos explosivos, esta formación está dirigida a los primeros intervinientes hasta la llegada del personal cualificado, siendo la prevención y la detección temprana una eficaz medida contra esta lacra a nivel global.