sábado, 9 de febrero de 2019

La Energía que Mueve el Mundo (Por Antonio Lupiañez)

La Geopolítica y las relaciones internacionales de EE.UU y Turquía, enfrentados por intereses particulares económicos y políticos. Ambos países son aliados, pertenecen a la OTAN., ambos tienen poderosos ejércitos y capacidades militares importantes, ambos tienen presencia en la guerra de Siria, pero cada uno por intereses muy diferentes.

 Se  comenta  por  los  “mentideros” (“la Red”),  que  como  consecuencia  de  que Bashar  al  Assad,  Presidente  Sirio,   no  permitió  que una  infraestructura  gasística  que partiendo de Catar atravesara su país y pudiera conectar con Europa, que perjudicaría a su amiga Rusia. 

 Detrás  de  su  construcción  estaban  EE. UU.,  Francia,  Quatar,  Arabia  Saudí  y Turquía,  y  en  su  contra  evidentemente  Rusia,  que vería  reducir  sus  exportaciones  a Europa y además perdería cierto control de “coacción "que mantiene sobre Europa con las exportaciones de gas tan necesarias para Europa central, concretamente Alemania.
EE. UU., es aliado de Catar, pues ya que tiene dos bases militares en el país, y le convenía  que  este  gaseoducto  se  culminara  con  éxito,   porque  de  esta  forma  se estrangulaba la economía de exportación del gas Ruso que suministra a Europa. Por otra
parte, reforzaba sus lazos de “amistad” con Catar ya que este país podría vender más gas
y más barato, pues dejaría de realizar las exportaciones tan costosas y lentas que estaba realizando por medio de barcos a Europa.

 Ante  esta  situación  se  prepara  una  artimaña  muchas  veces  empleada  ya  en  la
historia de las Relaciones Internacionales y la política, se comienza a armar, y organizar
a los contrarios al régimen de Bashar al Assad, y surge el Ejercito Libre Sirio, la intención
cambiar el régimen y culminar el proyecto del gaseoducto. Pero, no obstante, para Rusia,
que exporta el 70% de su gas natural a Europa, sería "una catástrofe", ya que supondría
la pérdida de su poder político en la zona, así que "Los rusos harán cualquier cosa para
impedir y bloquear este gasoducto" y cuando surge el conflicto Sirio, Rusia apoya a su
presidente, (además consigue la ampliación, modernización de instalaciones, así como el
aumento  de  sus  tropas  en  la  base  de  Tartús  en  el  Mediterráneo,  estratégica  para  sus intereses en la zona), por otra parte, entra en acción el EI., que persigue otros fines y lucha contra todos los que encuentra en su camino de creación de un Emirato. 

 Y aquí viene el lio, del enfrentamiento y tensión entre los dos aliados o amigos
que partiendo de intereses comunes acaban disputando entre ellos.
 Los  Kurdos,  (único  pueblo sin territorio reconocido, junto con el pueblo Saharaui) a los que E. U., ha  armado  para  derrocar  al
presidente Sirio, pero por su parte Turquía  los  considera  terroristas, toda  vez  que pretenden  la unificación territorial y la creación de  un  estado  Kurdo,  ya  que  sus
gentes  se  encuentras  divididas entre Irán, Iraq, Siria y Turquía, por lo que Turquía ve amenazada una parte importante de su territorio, que por cierto tiene petróleo y gas, yacimientos que perdería si los Kurdos
consiguen sus propósitos, además de las reservas de agua que proporciona la zona.
Por lo que él, anuncio de retirada de las tropas de EU., de Siria, y ante el control de territorio que han ganado lo Kurdos en Siria, Turquía amenaza con atacarles, cosa que, a EE.UU., le dejaría en una posición muy delicada, pues los Kurdos han sido una parte muy  importante  en  la  lucha  contra  el  EI.,  por  lo  que  parece  ser  que  de  momento  el Presidente Donald Trump ha pospuesto la decisión, en evitación de que los Turcos reaviven un conflicto nuevo en la zona además de la lógica tensión entre miembros de la OTAN.

Son muchos interese en juego con muy difícil encaje para contentar a todos los que tiene intereses en Siria, pues quien tenga el control de Siria podrá controlar el Medio Oriente. Y a partir de Siria, que es la puerta de Asia, tendrá en sus manos “la llave de la Casa Rusia”, como  decía  la  emperatriz  rusa  Catalina  la  Grande,  y también la de China, a través de la Ruta de la Seda, lo que le permitirá dominar el mundo ya que este siglo es el Siglo del Gas.