Finaliza un año marcado por un posicionamiento de las grandes
potencias, a nivel geopolítico, con
claras aplicaciones de sus aspiraciones expansivas.
A la vez, los conflictos armados, de mayor o menor
intensidad, heredados del año 2017, se han
mantenido durante este año de 2018,con un estancamiento que, en la mayor parte de los casos no vislumbra sus
finales ni a corto / ni a medio plazo; sin duda, son muchos los
intereses en juego que les circundan .
Así China, con una política tradicional con vectores que apuntaban hacia su interior,
con un despliegue de sus Fuerzas Armadas con misiones de Defensa Operativa Territorial, tras la publicación de su Libro
Blanco, ha mutado su política marcando ejes de proyección exterior hacia
lugares en los que abastecerse de materias primas que o bien carecen o guardan
como reserva estratégica nacional a cambio de las ventas de sus productos de
bajo coste y por tanto asequibles. África ha sido uno de los continentes
elegidos en el que su penetración les está resultando sencilla a la par que muy
productiva. Iberoamérica, también está siendo foco de su atención a través de
grandes inversiones. Sin embargo, tampoco descuidan sus mares próximos para
impedir la expansión de Estados Unidos. En cualquier caso, el gobierno chino se
está esforzando y seguirá haciéndolo, en
tutelar países, a través del mercado, haciéndolos dependientes económicos.
Por su parte, Estados Unidos,con su Presidente
Donald Trump a la cabeza, ha mantenido
una política exterior errática, difícil de entender hasta para sus más
inmediatos colaboradores como lo
demuestra el hecho de que son muchos los que por una u otras razones le
han abandonado. Su Estrategia de
Seguridad Nacional, apuntalada sobre cuatro ejes: proteger a su patria,
promover la prosperidad de los Estados Unidos, preservar la Paz mediante la fortaleza
e impulsar la influencia de los Estados Unidos, podría haber sido su guía,
aunque sus decisiones,en muchos casos, causan
como mínimo estupor.A Rusia y China
los sigue definiendo como sus rivales
poderosos y como tal, los trata. Su
salida del Acuerdo en Materia Nuclear firmado con Irán, le ha devuelto al periodo de las sanciones económicas. Con Corea del Norte, aunque se haya reunido
con su dirigente Kim Jong – Un , la última vez en Singapur el pasado 12 de
junio, parece haber jugado al baile de
la yenka, un paso adelante y dos atrás. Por otra parte, y no menos importante
en el contexto internacional, la salida del contingente de unos 2.000 hombres
del territorio sirio, ha desequilibrado la balanza de poderes en presencia en zona y va a obligar a que líderes kurdos en ese país recurran al Gobierno Sirio y Rusia para
defenderse de Turquía.Israel, también
ha mostrado su inquietud por esa decisión unilateral y sin preaviso a sus
aliados.
Rusia,ha
mantenido su posición en Crimea y sus enfrentamientos con el Presidente de
Ucrania, hasta llegar a una hostilidad peligrosa. Tampoco sus relaciones con la
OTAN han pasado su mejor momento y así seguirá siendo. Su posición en el
contexto internacional se está viendo reforzada hasta convertirse en pieza
fundamental en escenarios como el de Siria, sobre todo tras la salida de EEUU.
La Unión Europea, sigue
manteniendo un pulso con Gran Bretaña, por la problemática del BREXIT, cuyo
desenlace final está cercano. De cualquier modo, con Acuerdo o sin él, será una
sangría para la Unión Europea en su conjunto, para algunos de los países que lo
conforman (entre ellos España), y para los ciudadanos del propio Reino Unido.
Ante las protestas de un amplio sector de la población, se mantiene la
posibilidad de que se celebre un nuevo Referéndum.
África, como continente, con sus 1.215 millones
de habitantes, con un elevado
porcentaje de menores de 15 años (cerca del 40%), repartidos en 55 naciones,
cada una con su diversidad, con su cultura, sigue esperando su oportunidad.Es
un continente potencialmente rico con el 75% del cobalto mundial, el 46% de los
diamantes, el 44 % del cromo, el 32% del magnesio y oro, el 24% de los fosfatos,
el 20% del uranio, el 18% de la bauxita, el 14% del cobre y el 11% del
petróleo, el 55% del cacao y el 19% del café, pero pobre real. Parece ser que son incapaces de explotar sus
propios recursos. Países como China, con su penetración silenciosa (a pesar de
los 44.000 millones que la UE le ha donado a África para cortar y/o disminuir su entrada económica), Estados Unidos, a
través de asentamientos militares estratégicos y la vuelta de Francia a sus
zonas de interés, lo están haciendo por ellos. Tampoco, la denominada Primavera Árabe, desarrollada
fundamentalmente en su ribera mediterránea, ha obtenido los efectos deseados.
Países como Libia, siguen sometidos
a un caos difícil de controlar y Túnez
que fue la pionera del movimiento, descontenta su población consu actual situación,
acaba de iniciar profundas protestas que recuerdan a los primeros compases de
esa mal llamada primavera árabe.Como nota positiva en este contexto, a destacar
la firma del Acuerdo de Paz entre Etiopía
y Eritrea que pone fin a una guerra que deja atrás una estela de más de
80.000 muertos.El SAHEL, como
asentamiento de células terroristas, ha sido,
y lo seguirá siendo, motivo de
preocupación internacional.
Oriente Medio, ha mantenido durante este año que
acaba, una posición expectante, con
luchas de poder, moviendo sus peones fuera de sus fronteras (Siria- Yemen,
fundamentalmente), sobre todo los dos
grandes países de la zona, Arabia Saudita e Irán, e Israel de convidado
excepcional en algunos casos.
Iberoamérica, ha estado sujeta a múltiples cambios
de gobierno, a través de elecciones, que, en algunos casos, han abierto el
camino hacia la esperanza de la población, al abandonar postulados populistas.
Raúl Castro, ha traspasado el pode al Miguel Díaz – Canel, aunque sin grandes
esperanzas de cambio. Nicaragua,
sigue con las protestas de una población sometida a un régimen como el de
Daniel Ortega, que les ha sumido en un altísimo grado de pobreza, siendo sus últimas
reformas de la SeguridadSocial la última gota que parece haber colmado el vaso
de su paciencia. Por ello, no se
descarta que continúen las revueltas en
una zona caliente.Venezuela, sigue
manteniendo su particular pulso con la Comunidad Internacional, mientras el
gobierno de Maduro se atrinchera en una parte de la sociedad, fiel a sus
principios bolivarianos,así como en países como Rusia e Irán que a través de una HOSTILIDAD COMPARTIDA con EEUU, hacen
caja rápida en transacciones basadas en
productos minerales de granrendimiento como Uranio (Irán), piedras
preciosas, y así esquivar las sanciones económicas a las que están sometidos
unos y otros. En definitiva, APOYO MUTUO pero con la balanza inclinada hacia
Rusia e Irán. También China está cobrando protagonismo en esta parte tan
alejada de su mundo obedeciendo exclusivamente a razones económicas que pueden
acabar en dependencias tecnológicas de alto rendimiento. Naturalmente, estos
movimientos estratégicos de las grandes potencias nada gustan al Presidente Trump
que está viendo cómo sus enemigos tradicionales se asientan EN FUERZA muy cerca
de sus fronteras y los últimos movimientos de las Fuerzas Aéreas rusas y
navales iraníes, en nada ayudan. De cualquier modo, no se espera que los
movimientos militares iraníes y rusos vayan a reeditar el conflicto de los
misiles entre Rusia y Estados Unidos del año 1962.
Fernando Montoya