domingo, 20 de enero de 2019

El orden mundial al finalizar el año 2018 (por Fernando Montoya)







Finaliza un año marcado por un posicionamiento de las grandes potencias, a nivel geopolítico,  con claras aplicaciones de sus aspiraciones expansivas.

A la vez, los conflictos armados, de mayor o menor intensidad,  heredados del año 2017, se han mantenido durante este año de 2018,con un estancamiento que,  en la mayor parte de los casos no vislumbra sus finales  ni  a corto /  ni a medio plazo; sin duda, son muchos los intereses en juego que les  circundan .



Así China, con una política tradicional  con vectores que apuntaban hacia su interior, con un despliegue de sus Fuerzas Armadas con misiones de Defensa Operativa  Territorial, tras la publicación de su Libro Blanco, ha mutado su política marcando ejes de proyección exterior hacia lugares en los que abastecerse de materias primas que o bien carecen o guardan como reserva estratégica nacional a cambio de las ventas de sus productos de bajo coste y por tanto asequibles. África ha sido uno de los continentes elegidos en el que su penetración les está resultando sencilla a la par que muy productiva. Iberoamérica, también está siendo foco de su atención a través de grandes inversiones. Sin embargo, tampoco descuidan sus mares próximos para impedir la expansión de Estados Unidos. En cualquier caso, el gobierno chino se está esforzando y  seguirá haciéndolo, en tutelar países, a través del mercado, haciéndolos dependientes económicos.

Por su parte, Estados Unidos,con su Presidente Donald Trump  a la cabeza, ha mantenido una política exterior errática, difícil de entender hasta para sus más inmediatos colaboradores como lo  demuestra el hecho de que son muchos los que por una u otras razones le han abandonado.  Su Estrategia de Seguridad Nacional, apuntalada sobre cuatro ejes: proteger a su patria, promover la prosperidad de los Estados Unidos, preservar la Paz mediante la fortaleza e impulsar la influencia de los Estados Unidos, podría haber sido su guía, aunque  sus decisiones,en muchos casos, causan como mínimo estupor.A Rusia y China los sigue definiendo  como sus rivales poderosos  y como tal, los trata. Su salida del Acuerdo en Materia Nuclear firmado con Irán, le ha devuelto al periodo de las sanciones económicas. Con Corea del Norte, aunque se haya reunido con su dirigente Kim Jong – Un , la última vez en Singapur el pasado 12 de junio,  parece haber jugado al baile de la yenka, un paso adelante y dos atrás. Por otra parte, y no menos importante en el contexto internacional, la salida del contingente de unos 2.000 hombres del territorio sirio, ha desequilibrado la balanza de poderes  en presencia en zona y va a obligar a que líderes kurdos en ese país recurran al Gobierno Sirio y Rusia para defenderse de Turquía.Israel, también ha mostrado su inquietud por esa decisión unilateral y sin preaviso a sus aliados.

 

Rusia,ha mantenido su posición en Crimea y sus enfrentamientos con el Presidente de Ucrania, hasta llegar a una hostilidad peligrosa. Tampoco sus relaciones con la OTAN han pasado su mejor momento y así seguirá siendo. Su posición en el contexto internacional se está viendo reforzada hasta convertirse en pieza fundamental en escenarios como el de Siria, sobre todo  tras la salida de EEUU.

 

La Unión Europea, sigue manteniendo un pulso con Gran Bretaña, por la problemática del BREXIT, cuyo desenlace final está cercano. De cualquier modo, con Acuerdo o sin él, será una sangría para la Unión Europea en su conjunto, para algunos de los países que lo conforman (entre ellos España), y para los ciudadanos del propio Reino Unido. Ante las protestas de un amplio sector de la población, se mantiene la posibilidad de que se celebre un nuevo Referéndum.

 

África, como continente, con sus  1.215 millones de habitantes, con un elevado porcentaje de menores de 15 años (cerca del 40%), repartidos en 55 naciones, cada una con su diversidad, con su cultura, sigue esperando su oportunidad.Es un continente potencialmente rico  con el 75% del cobalto mundial, el 46% de los diamantes, el 44 % del cromo, el 32% del magnesio y oro, el 24% de los fosfatos, el 20% del uranio, el 18% de la bauxita, el 14% del cobre y el 11% del petróleo, el 55% del cacao y el 19% del café, pero pobre real. Parece ser que son incapaces de explotar sus propios recursos. Países como China, con su penetración silenciosa (a pesar de los 44.000 millones que la UE le ha donado a África para cortar y/o disminuir  su entrada económica), Estados Unidos, a través de asentamientos militares estratégicos y la vuelta de Francia a sus zonas de interés, lo están haciendo por ellos. Tampoco, la denominada Primavera Árabe, desarrollada fundamentalmente en su ribera mediterránea, ha obtenido los efectos deseados. Países como Libia, siguen sometidos a un caos difícil de controlar y Túnez que fue la pionera del movimiento, descontenta su población consu actual situación, acaba de iniciar profundas protestas que recuerdan a los primeros compases de esa mal llamada primavera árabe.Como nota positiva en este contexto, a destacar la firma del Acuerdo de Paz entre Etiopía y Eritrea que pone fin a una guerra que deja atrás una estela de más de 80.000 muertos.El SAHEL, como asentamiento de células terroristas,  ha sido, y lo seguirá siendo,  motivo de preocupación internacional.

Oriente Medio, ha mantenido durante este año que acaba,  una posición expectante, con luchas de poder, moviendo sus peones fuera de sus fronteras (Siria- Yemen, fundamentalmente), sobre todo  los dos grandes países de la zona, Arabia Saudita e Irán, e Israel de convidado excepcional en algunos casos.

Iberoamérica, ha estado sujeta a múltiples cambios de gobierno, a través de elecciones, que, en algunos casos, han abierto el camino hacia la esperanza de la población, al abandonar postulados populistas. Raúl Castro, ha traspasado el pode al Miguel Díaz – Canel, aunque sin grandes esperanzas de cambio. Nicaragua, sigue con las protestas de una población sometida a un régimen como el de Daniel Ortega, que les ha sumido en un altísimo grado de pobreza, siendo sus últimas reformas de la SeguridadSocial la última gota que parece haber colmado el vaso de su  paciencia. Por ello, no se descarta que continúen las  revueltas en una zona caliente.Venezuela, sigue manteniendo su particular pulso con la Comunidad Internacional, mientras el gobierno de Maduro se atrinchera en una parte de la sociedad, fiel a sus principios bolivarianos,así como en países como Rusia e  Irán que a través de  una HOSTILIDAD COMPARTIDA con EEUU, hacen caja rápida en transacciones basadas en  productos minerales de granrendimiento como Uranio (Irán), piedras preciosas, y así esquivar las sanciones económicas a las que están sometidos unos y otros. En definitiva, APOYO MUTUO pero con la balanza inclinada hacia Rusia e Irán. También China está cobrando protagonismo en esta parte tan alejada de su mundo obedeciendo exclusivamente a razones económicas que pueden acabar en dependencias tecnológicas de alto rendimiento. Naturalmente, estos movimientos estratégicos de las grandes potencias nada gustan al Presidente Trump que está viendo cómo sus enemigos tradicionales se asientan EN FUERZA muy cerca de sus fronteras y los últimos movimientos de las Fuerzas Aéreas rusas y navales iraníes, en nada ayudan. De cualquier modo, no se espera que los movimientos militares iraníes y rusos vayan a reeditar el conflicto de los misiles entre Rusia y Estados Unidos del año 1962.
Fernando Montoya