A la vista de lo estudiado, leído
y visto por la red., considero que efectivamente el denominado ciclo de
inteligencia esta desfasado, se ha quedado obsoleto, ha sido superado por los
nuevos retos, avances tecnológicos y por la modificación o adaptación de los
elementos intervinientes generadores de inteligencia.
Proponer
un “nuevo ciclo de inteligencia” es arriesgado y sobre todo temerario, cuando
por parte de los estados, las organizaciones empresariales y todos aquellos que
para sus decisiones requieren de información actualizada, correcta, eficaz y
pertinente, máxime cuando ellos poseyendo medios y recursos, no lo han
realizado, aunque sí que hay intentos.
Considero
y por lo tanto es mi propuesta que el ciclo de inteligencia ha de basarse en
una red abierta, en el que la base del mismo, evidentemente ha de haber una
jerarquía, sea sobre un soporte de “Red”, en el que todos aportan información,
todos la analizan, todos la solicitan, para ampliar o contrastar la que ellos
manejan, y en la que todos colaboran con todos, pero todas estas interacciones,
han de pasar por “digamos” un control o “filtro” de pertinencia, cada solicitud
de información o cada aporte ha de ir acompañado de un “porqué?” que justifique
por que se solicita o la pertinencia de su aportación.
Esta
información, y su justificación una vez “supervisada” por el responsable, que
ha de ser un experto en él tema de que se trate la información en cuestión, es
aportada a “la comunidad de inteligencia” de tal manera que se evitan las
solicitudes reiterativas, la información inadecuada, la obsoleta, etc.
Desde
mi percepción considero que en la actualidad la necesidad de inteligencia parte
de la política, militares, sociales, policiales, relaciones exteriores y
económicas, toda la información que afecta a estos campos o sectores están íntimamente
relacionada y por lo tanto considero que no han de estar separadas, que no
deben de tener cada una de ellas una información exclusiva o no compartida,
pues todas ellas tienen efectos inmediatos en la paz y la seguridad del país,
en su futuro y sobre todo en su supervivencia como estado o nación, cualquier
acontecimiento negativo que los afecte irremediablemente va a repercutir sobre
los demás, por lo tanto no pueden permanecer ajenas unas de otras, pero tampoco
unas han de tener el control sobre otras, han de complementarse mediante una
colaboración sincera sin ocultar ni restringir datos, todo ello repercutirá en
el beneficio muto y por tanto en el de la sociedad en la que se encuentran
incluidos.
Básicamente
la estructura de las necesidades de inteligencia seria la que muestro en el
siguiente gráfico, y que desarrollo a continuación.
“Inteligencia económica” interesa
conocer datos sobre la balanza comercial de las diferentes actividades
empresariales, las posibilidades de internacionalización de empresas sus
requisitos de implantación, competencia, ayudas o trabas burocráticas o de
cualquier otra índole que sea necesaria conocer para la implantación de
industrias nacionales en terceros países, sus previsiones de crecimiento y
generación de activos.
Igualmente
conocer los estados financieros y solvencia de entidades bancarias con las que
se mueven los capitales mediante transferencias, depósitos, letras o cualquier
otro producto que pueda afectar a las inversiones de las empresas nacionales en
sus programas de desarrollo y crecimiento interno o proyección internacional.
Por
otra parte, es necesario conocer de antemano como son las transferencias de
productos y mercancías que se pretenden adquirir del extranjero, comparándolas
con lo existente ya en el país, características, calidades, cualidades etc., e
igualmente una comparativa de nuestros productos con los que tendrían que
competir allí donde estos se pretenden introducir o implantar, así como la
seguridad jurídica en las transacciones económicas que se realicen entre
empresas.
En
cuanto a la “inteligencia de las
relaciones internacionales” esta claro que es necesario saber que piensa
nuestro interlocutor sobre los temas que nos interesan a nosotros, las
posibilidades de apoyo o acuerdos, sus intereses coincidentes con los nuestros
o no, las peticiones que podrían hacernos por mostrarnos su apoyo, etc.
Sobre
la “inteligencia policial” esta va
enfocada a conocer la seguridad interior del país, las amenazas que desde su
interior pueden surgir, en caso de que aparezcan, con que apoyo social
contarían, que sector de la población puede estar de acuerdo con “ellos”, la
prevención de actuaciones que contravenga la legalidad vigente, la seguridad de
personas o bienes, la investigación de delitos, las relaciones entre
organizaciones delictivas entre ellas dentro de territorio nacional y las que
pudieran tener del extranjero, etc.
E,
“inteligencia militar” enfocada al
conocimiento de las necesidades de medios y materiales de las FAS., así como de
otros países del entorno, posibles amenazas externas que nos pudieran afectar,
conocimiento del pensamiento de los miembros que las componen, etc.
Como
se puede apreciar, toda la información que afecta a estos campos, toda la
inteligencia que se podría derivar de la misma, es crucial y de vital
importancia poseerla, pues afecta a la seguridad e integridad del país, si la
economía va mal, hay revueltas sociales por la carestía de productos o por su
elevado coste, lo que conlleva a que haya pillajes, saqueos o robos, por lo que
la seguridad de las personas y bienes se ve afectada por una escalada de
violencia, como efecto más inmediato de ella suelen surgir represiones
policiales para el restablecimiento del orden, o la caída del gobierno en
cuestión, en cualquier caso afectaría a las relaciones comerciales, la
credibilidad del gobierno a nivel exterior, la supresión o suspensión de
tratados o acuerdos comerciales, etc., por lo que no se puede concluir que las
cosas o los acontecimientos vallan por libre y que unos no se vean afectados con
otros, por lo tanto cuanta mejor información se posea, se maneje, mejor o más
fácilmente se tenga acceso a la misma, más rápidamente se podrán predecir el
curso de los acontecimientos, y poner los medios oportunos para que las
consecuencias no sean tan intensas o dañinas.
Dicho
todo esto y planteado los solicitantes o usuarios más importantes de
inteligencia, y su interrelación, no podemos obviar que se ha de contar con una
“comunidad de inteligencia” en la que estén integrados todos los actores
intervinientes en la seguridad, estabilidad y crecimiento del país, por lo
tanto, los estamentos estatales (todos), las empresas, los investigadores, el
entorno académico, el de la seguridad, han de colaborar mutuamente con su
conocimiento por el bien de la colectividad en la que están integrados y a la
que pertenecen.
El
solicitante o usuario de inteligencia debe de tener unas bases de conocimiento
a las que acudir, estas bases de conocimiento han de estar alimentadas por
agentes de campo, por académicos, por empresarios, por entidades financieras, e
incluso por el simple y llano ciudadano de a pie, que observa algo que le llama
la atención y lo pone en conocimiento de las
autoridades que la han de comprobar, estudiar, analizar (caso de la
aplicación “Alertcops” de España, que está teniendo mucho éxito con la
prevención de radicalización yihadista e incluso está siendo copiada por otros
servicios policiales extranjeros) y en su caso integrar en las bases de datos
correspondientes, para que pueda ser útil en un determinado momento.
Deben
de existir unidades de obtención, pero para que estas unidades de obtención
sepan que han de buscar y en que se han de fijar, alguien les ha de decir que
es lo que necesita, porque, para que, que uso se va a hacer de la información
que se obtiene, etc., sé que esto es utópico, pero desde mi opinión ha de ser
así, ya que el que obtiene la información sabe a que atenerse, donde buscarla o de que recursos
tirar para su obtención, dirigiendo su trabajo a “tiro fijo” no dando palos de
ciego a ver si salta la liebre.
Una
vez obtenida la información solicitada, esta pasa a la unidad de análisis y
recopilación, en la que se relaciona una con otra, en la que se pone en
contexto y se comprueba su idoneidad para lo que el usuario final ha
solicitado, para que realmente sea útil y efectiva, y se realiza el informe
correspondiente, dicho informe se sube al repertorio de datos, y con esa
información se acompaña la justificación de porque es o se considera importante,
que partido puede tener esa información ahora o en el futuro, pero los datos
aportados en el informe de inteligencia han de ser nuevamente verificados por
un especialista en la materia, que corroborada su utilidad, por su
conocimiento, experiencia e incluso su intuición, la clasifica dándole un grado
de valoración y utilidad.
Esta
información que ya se considera útil, que está elaborada y a la que se le ha
dado un valor de credibilidad y de provecho, sería la base o la materia prima a
la que han de recurrir los componentes del siguiente escalón, que serían
los expertos en su difusión, los que
nuevamente la valorarían y la difundirían entre los grupos a los que les puede
ser útil su conocimiento, pero antes el resumen que ellos realizan, debería de
ser nuevamente comprobado, analizado, estudiado y supervisado por otro experto
en el conocimiento de la materia sobre la que trate el informe, además de algún
miembro ajeno, no viciado, con vista general y conocimientos amplios pero no
específicos, cuyo criterio no viciado o con sesgos, puede darle una visión
desde otra perspectiva, o sea un aire nuevo, un punto de vista desde otro
enfoque.
Finalmente,
la inteligencia elaborada llegaría a manos del usuario final o solicitante, que
vería contestadas sus preguntas iniciales, sus dudas explicadas y tendría un
resumen general, pero con conocimiento certero de la situación, para tomar la
decisión más acertada que convenga a la situación o circunstancias dadas.
Toda
la inteligencia elaborada estaría disponible en una base de datos, para ser
consultada en posteriores ocasiones, por quien pudiera necesitar conocer o
ampliar información sobre algún tema de interés concreto y como base para
generar nueva inteligencia partiendo de información ya contrastada y que ha
sido útil y utilizada por otros en otro momento.
El
esquema y funcionamiento de mi planteamiento sería el siguiente:
1º.- El solicitante o usuario de
inteligencia, (nº 1), tiene dos opciones, “A” recurre a la base de
datos o repertorio de inteligencia (nº 2) si lo que necesita se encuentra allí,
lo utiliza, si necesita ampliación, esta desfasado o no existe, se dirige
solicitando lo que estime oportuno al EXPERTO ASESOR COORDINADOR (Nº 2 bis),
integrado dentro del ciclo de elaboración, (letra “A”), O la opción “B”, obviar lo anterior
y recurrir directamente al “experto asesor coordinador”
CICLO DE ELEBORACIÓN:
2º.- El experto asesor coordinador,
comprueba en la base de datos o
repertorio de inteligencia (nº 2) si lo que le han solicitado existe, y la
validez que pudiera haber en el mismo, si necesita ser actualizado, o por el
contrario si no existe, entonces selecciona la unidad de análisis que
corresponda por el tipo de solicitud, medios técnicos necesarios para la
inteligencia solicitada y la envía a la correspondiente UNIDAD DE ANALISIS, (“B” “B1”
“B2” etc.).
3º.- Las unidades de análisis, una
vez recibida por parte del experto asesor coordinador, una solicitud de
información, inteligencia se dirigen a la base repertorio de inteligencia, y
comprueban nuevamente lo que hay sobre la materia, la validez actualización de
la misma, sus posibilidades de uso para lo solicitado por el asesor, en caso de
que desde su opinión lo que encuentren en el “repertorio de inteligencia””
consideren que es útil, realizaran un informe al asesor, en el que le indicaran
donde se encuentra en el repertorio de inteligencia” lo que ha pedido,
explicando el porqué consideran que lo encontrado es útil y valido. En caso de
no hallar nada valido, o que este desfasado, harán una orden de trabajo a la
correspondiente UNIDAD DE OBTENCIÓN (A,B,C,etc.).
CICLO DE OBTENCIÓN:
4º.- Las unidades de obtención, una vez recibida la orden de la unidad de análisis, sobre la
realización de un trabajo de obtención de información, comprueban en el
“repertorio de información” lo que hay sobre el tema, su validez y utilización,
como “base de conocimiento inicial”, en caso de que haya algo, su trabajo parte
de esa base, en caso de no haber nada, comienzan el trabajo de campo sobre el
“objetivo”.
Una vez recabada información
suficiente y datos los pasan a la unidad solicitante (análisis), quien como
integrante del CICLO DE ELEBORACIÓN, trabaja, selecciona y da forma a un
informe, con sus conclusiones y datos, que elevará al “experto asesor
coordinador” quien ampliará el informe con sus propios datos, conocimiento o
experiencia, y lo subirá al “repertorio de inteligencia” poniéndolo a
disposición del solicitante y resto de usuarios autorizados para su consulta.
D. Antonio Lupiañez