Area Hispania

viernes, 17 de abril de 2020

#Miedo ( Por Esteban L.)






Hace unos días la policía nacional detuvo en Canarias a dos marroquíes por amenazar a sus compañeros de piso haciéndose pasar por miembros radicales yihadistas. Un día antes había habido miembros del Daesh detenidos en Alemania y un apuñalamiento en Francia reivindicado también por la misma organización.


Cuando leí la noticia de lo ocurrido en Canarias, no hacía falta ser un experto para saber que lo que querían era seguir en el piso en el cual llevaban más de un año viviendo allí invitados por los demás y que ya le habían invitado a salir y no querían. Pero esto me hace reflexionar sobre al menos dos puntos, uno de ellos es el miedo de la población y otro es que si dos individuos sin relación con el Daesh saben de ese miedo, los mismos terroristas también lo saben.

Conocí a un policía que hablando sobre el terrorismo de ETA y mucho antes de que el terrorismo religioso hiciera mella en nuestra sociedad, dijo una frase que quedó grabada en mi mente, por aquel entonces yo tenía unos 14 años. El terrorista más peligroso es el terrorista confesado”.

En ese momento no lo entendí bien, a medida que iba creciendo, esa frase seguía en mi mente. Años mas tarde me vi luchando contra el terrorismo y actualmente junto con otros compañeros me dedico a analizar atentados de índole yihadista. Y sí, ahora más que nunca entiendo la frase de este policía.
A diferencia de otro tipo de terrorismo, el terrorismo religioso más que reivindicativo es impositivo y donde el terrorista ve como premio morir en el mismo atentado.

En el terrorismo yihadista, (terrorismo religioso y radicalista), hay varios rangos a tener en cuenta:

  •      La ideología.
  •      El liderazgo.
  •      La incitación.
  •      El radicalismo.


Esto se puede desarrollar algo más, pero de momento estos puntos son los primordiales.
La ideología en la mayoría de tipos de terrorismo es la base primordial, digo en la mayoría porque hay terroristas que atentan contra determinadas personas, por venganza ponen una bomba en el lugar de trabajo o entran a tiros en un instituto porque lo han despedido o le han acosado.

En el caso que tratamos de los yihadistas, la ideología se basa en su religión, en la interpretación del Corán y en la imposición de esa religión aunque tengan que matar para ello. La base del terrorismo en sí es la desestabilización política, y en este tipo de terrorismo, este en concreto, además de buscar la imposición de sus ideas religiosas buscan imponer un Gobierno de su misma ideología para así someter a todo un país.

El liderazgo en sí es muy importante en la radicalización de los individuos que luego serán radicalizados o no. Esto tiene su base en que el islám tiene cinco escuelas diferentes de interpretación del Corán, desde los Drusos (musulmanes muy tolerantes que conviven con grupos cristianos sin ningún problema) hasta los Sunitas, estos tienen tres escuelas de interpretación (siendo los Hambalita o Salafista los más radicales). En esta ideología se basa Al-Qaeda y el Daesh entre los grupos terroristas o Qatar y Arabia Saudí entre los países musulmanes más conocidos.

La incitación viene directamente de la mano que el imán de las mezquitas desee hacer. Un imán que sea radical hará discursos radicales. Aunque en esto y a tenor de las declaraciones de un imán en TV hace algo más de un año cuando en Ceuta (si la memoria no me falla), el enviado de TV a dicha ciudad preguntaba sobre este tema y le respondía el imán que el musulmán en sí es radical en sus creencias. Una respuesta que no es tan ambigua como quizás pensemos. Dentro del cristianismo hay grupos radicales en sus creencias, que viven su fe con pasión y ateniéndose dentro de su condición a lo que dice la Biblia que la tiene como la Palabra de Dios.

Hay musulmanes radicales en su forma de vivir según sus creencias y no van matando para imponer sus ideas. Pero también la frase de que todos los musulmanes son radicales en sus creencias hace referencia al llamado del Corán a realizar la Yihad contra el infiel, llámese infiel a todo aquel que no es musulmán. A esto también se le saca una doble interpretación. La Yihad es lo que todo buen musulmán debe hacer para por medio de su comportamiento llevar a otras personas al islám, pero también como he expuesto mas arriba, es la guerra santa contra el infiel.

El radicalismo, una palabra que trae controversia y a veces muchas dudas si aplicamos lo arriba expuesto, pero aquí a lo que me refiero es a ese radicalismo extremo, y esto viene de una idea de la escuela Salafista. Es la imposición de un islám de la Edad Media en la sociedad actual. Aquí entramos en dos tipos de extremistas radicalizados. El mal llamado lobo solitario, individuo que ha sido adoctrinado por otro radical o por medio de internet, este individuo normalmente pertenece a la segunda generación de inmigrantes y no se siente identificado ni por el país de origen de sus padres ni por el país donde ha nacido o lo ha acogido, se siente desplazado y marginado. En este punto no estoy de acuerdo con algunos psicólogos ni expertos en la materia que alegan que no se le da facilidades para su integración. Creo personalmente que no se integran porque no quieren, es más fácil vivir en su burbuja social y cuando se le exige lo mismo que al resto de la sociedad se refugian en la discriminación que le hacemos y en que somos racistas. Este es el individuo más fácil de radicalizar en forma extrema, este es el individuo que en cierto momento coge un cuchillo o un vehículo y comete un atentado. 

Otros individuos que han realizado los mismos actos estaban trabajando en ese momento y estaban aparentemente integrado en la sociedad. En este caso el cambio puede ser gradual en su fase primaria, es decir, en un principio hay un cambio progresivo, se vuelven más religioso, se apartan gradualmente de los que no respetan el Corán de forma como deben hacerlo y se van aislando de la sociedad, una vez esto, comienzan en su propia familia (según testimonios de familias con un lobo solitario muerto por un atentado) a cambiar las normas, comienzan por poca cosa, como imponer un tiempo de lectura del Corán a todos los miembros, hasta pasar a exigir a las mujeres de las familias una forma de vestir acorde con la interpretación más salafista del Corán. Pero sea de una manera u otra, por regla general y en la inmensa mayoría de los casos, no tienen preparación militar ni entrenamiento alguno.

El otro grupo radicalizado al que deseo hacer referencia, es la llamada célula durmiente. A diferencian de los lobos solitarios, estos trabajan en grupo, están organizados, entrenados para el atentado que van a perpetrar y entrenamiento militar. Normalmente son desplazados de conflictos armados contra otros países en el que el Daesh a estado. Y lo peor de todo, no tienen prisas en perpetrar un atentado.

Normalmente, los componentes de estos grupos están plenamente integrados en la sociedad y muchas veces se camuflan perfectamente entre los occidentales de tal manera que es difícil creer que son musulmanes. Visten y viven como los occidentales, a veces son los primeros en discriminar a otros musulmanes incluso atacarlos verbalmente, huyen de los guetos de estos y no aparecen por mezquita alguna.

Pero si son musulmanes radicales ¿porqué este comportamiento?. La respuesta está en el Corán, un musulmán puede mentir si es en beneficio del islám.

Ante esto, el miedo de la población a los atentados de corte yihadista es más que justificado.
En contra de esto tenemos a una de las policías mejor preparada contra el terrorismo. Y aunque no se haga mucho bombo sobre las detenciones que ya se llevan en los que va de año, como se dice en Galicia referente a las meigas, en este tema se puede aplicar, haberlas háilas.